Querida Natacha surge a partir de una necesidad. Es el diálogo interno entre una misma persona. Estos diálogos se dan entre el 2009/2010 hasta la actualidad, mediante cartas fechadas y fotografías que se corresponden, donde se manifiestan conflictos existenciales y la intimidad de Natacha. Muestra el proceso creativo, el lado oculto y la trastienda intima, quizá vergonzosa, de un diario instalativo.
Fotografías, cartas, dibujos y objetos, creados y recolectados sin saber que algún día serían parte de una obra, de mi búsqueda como artista. Mis cuestionamientos son relatos enmarcados en recuerdos, experiencias y vínculos privados.
Fotografías y textos: Natacha Ebers
Año: 2020
medidas: 16×21
páginas: 112
250 ejemplares
Impreso en laser, risografía, letterpress.